miércoles, 18 de septiembre de 2013

esos dichosos móviles...

El abogado de Bárcenas está que echa fuego por los ojos al ver a su defendido por la cárcel, como carcelero, por la misma. Bárcenas allí donde va hace amigos; aunque tenga que comprarlos a base de camisetas y shorts, con su cara impresa. Y es que, si te la van a introducir, el pene, en las duchas, al menos, te veas reflejado en la camiseta del violador. Debe, sin duda, dar más subidón.
Yo no sé de qué se queja el abogado, cuando en las cárceles actuales las cosas han cambiado mucho; hasta su defendido tiene móvil, desde el mismo día que le introdujeron en el penal. Y no digamos de los etarras, que al parecer sus misiones de paz y cobro, las realizan desde la prisión y con ordenador. (Si no quieres que te encuentren algo, ten lo a la vista). Y esa es la técnica de los etarras: tener los nombres de los extorsionados, muertos, zulos, y demás actos terroristas, dentro de la prisión, a la vista de los guardias. 
A lo dicho, que Bárcenas sale comiéndose un bocadillo, llamando por teléfono a su chica o a Mas o a Rubalcaba, para que estos le echen una mano, aunque sea al montón de camisetas que ha hecho tejer y que le han sobrado, una vez repartidas a los amigos de trullo. ¿Servirán las camisetas de contraseña o mensajería a distancia? ¿Se descodificarán contando cada X individuos o cada X niños, utilizados para esa trama espía? Porque esa es otra. Mas ha utilizado a niños en su Diada, sin el consentimiento de sus padres. Es más... Mas ha hecho firmar a los padres unas hojas permitiendo a los hijos salir de excursión, ese día. Tal excursión no existía, y con premeditación y alevosía, utilizarían a los niñós para hacer bulto en la Diada independentista. Este individuo de Mas es un psicópata, malvado, y con el tiempo: asesino. Su cara refleja un espejo de cuento de Blancanieves.

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