miércoles, 25 de septiembre de 2013

hay signos...

la Razón siempre me ilustra adecuadamente a los reptilianos  
de mejoría en la figura del Rey. Ya le han extirpado la parte reptiliana que le estaba molestando, y de vuelta a casa a recibir otro beso apasionado de la Reina, como el último dado antes del secuestro hospitalario. Y es que me fascina ver a los reyes tan enamorados el uno del otro. Me encanta ver a los príncipes vagando entre la gente, con ese talante cercano como tenía el padre. Ahora más bien parece un muñeco de famosa que ha empezado a andar para llegar sano a Navidad. 
Quien me tiene preocupado es la infanta Leti. Esa sumisa MKultra al servicio del vampiro, que la debe estar subcionando la sangre en las tres comidas más fuertes del día. Y me preocupa porque está demasiado delgada. Le falta mucho hierro y otro talante disciplinario. Se tiene pensado que, porque sirva de manjar al futuro regente, le da permiso para ostentar el cargo de mala de cuento. Y hasta me creo, mire ud. que puede tener un espejo en su casa a quien preguntar quién es la más guapa del reino, y un oso grande en su habitación a quien restregar el culito antes de acostarse. Sólo falta que se pusiera, que lo hará en privado, una peluca rosa de sumisa Blancanieves.

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