decir Astana, no es como decir me voy a Cantabria, por ejemplo. Astana está mucho más lejos y es donde se reunirá la élite del Nuevo Orden Mundial, de este siglo, y donde se ha ido nuestro presidente Rajoy para decir que estamos por la reducción de gases y el reciclaje. ¡Hombre, me sorprendería no dijera eso, porque ya hace mucho que nos cobran por ello! Sin embargo no es por lo que, nuestro embajador más emblemático, visita Astana, en Kazasjistan. Sino porque posee una de las más adelantadas tecnologías industriales, para un desarrollo sostenible. Creo firmemente, que no han escatimado esfuerzos futuribles en construir toda esta ciudad, para la más alta élite del planeta. Y sobre todo, si contamos con que está sobre la superficie, ríete de todo aquello que existe bajo tierra y que no comentan, sino a cuenta gotas.
¿Quién se cree que Jajoy se va a Kazasjistan a hablar del gas y el reciclaje? Nadie. No nos lo creemos nadie, porque ya hay fechas concretas para esas charlas del calentón. Rajoy rinde pleitesía a las jerarquías del país (se baja los pantis) y se cosca de un puesto personal a modo de Aznar, Felipe o ministras salientes, en euro cámaras, bancos, y la madre que les parió.
Pues ahí tenemos a nuestro presidente buscando dónde esconderse cuando los españoles consideren que ha hecho bastante el primo y el gilipollas, y que ya no necesitamos de sus grandes esfuerzos anales, por el país.
Me alegro que haya encontrado su nido de amor y se lleve, sin más, a Mas, su media naranja.
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