ese pobre diablo de Rajoy, a cinco días de la Diada en Cataluña. ¿Le habrá mandado Mas una camiseta amarilla a su cómplice necesario en esa destartalada aparición y puesta en escena de cadena humana? Seguro que sí. Y es tan seguro pensar que, si la iba a tener el ministro de exteriores, Margallo, el propio presi: corrupto y cooperante necesario, no iba a echarla en falta. ¿Se habrán mandado, por sobre lacrado y color marrón, sus tangan rosas de reinonas de la noche en puticlub de carretera, aprovechando sus misivas de amores escondidos?
Aun siendo amantes en la sombra, una sombra de poder atenaza sus vidas de amantes, tanto en soledad como en cadena. Sus caras demuestran que no son felices; hay algo que mancilla sus nombres y separa sus afectos, como le pasa al Monarca con Corina. No siempre va a ser así, lo saben, y preparan su nido de amor, a modo de Monarca-Corina. Muchas veces, en cama redonda y sobre colchón termo-relax, se han propuesto abandonarlo todo y refugiarse en alguna playita, a modo de Felipe González. Saben que hay playas donde se puede salir en pelota picada, porque esa playa es privada, en kilómetos de distancia. Y pueden correr el uno frente al otro y abrazarse al sol. Con el viento removiendo sus melenas, el mar arrullándoles con su constante melodía y ellos, con sus palos de bandera, española y catalana, en alza...entrechocarlas y sentir el roce de verga contra verga. Ahí, donde los vemos, parece que no demuestran sus pasiones pero... arden de deseos amorosos de verse una y otra vez, y mandarse cartas y recados a través de los medios de comunicación. Ese Mas, envuelto en esa bandera republicana sí, independentista sí, inconstitucional sí, pero coqueta, cual papa en procesión con zapatillas rosas. ¡Qué subidón!, con todos esos colores cayendo en catarata en arco iris multicolor... Envolviendo ese orgulloso cuerpo, solo para su amente y cooperante necesario, Mariano Rajoy Sólo con historias de amor, se describe el mundo. Tan es así, que a Rubalcaba le parece poco, que el amor Mariano y Mas, se mantenga con dos cartas al año. Rubalcaba les ha mandado una misiva por prensa, para que se desahoguen escribiéndose más. ¡Cómo está el servicio!
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