los marroquíes han venido a España, en tromba, a conquistar toda la Península Ibérica. Las marroquíes han estado pariendo sin tregua para inundarnos de pequeños moros para irse introduciendo, poco a poco, en entramados políticos gracias a Cataluña y la psoe. Una psoe vendido al rey marroquí sin ningún tipo de tapujo. Es más, ha estado inyectando dinero español a modernizar Marruecos por si algún día pasa Sánchez a ser la principal concubina del monarca. Todos esos besos que se dan cuando se encuentran... da mucha grima y mal pensar. Pero como la vida va cambiando lenta... pero inexorable... tenemos a políticos trans género, trans especie y trans gilipollas. Cosa que se acomoda a la trans gresión que estamos padeciendo los españoles con todas estas chorradas sacadas de la mente sucia de la psoe. Que solo son métodos para llamarse "progresistas", bajo la tutela de un comunismo dictatorial. Todos iguales en la pobreza y bajo el yugo de un dictador. China. Por ejemplo.
Bueno,
pues ya sabemos sin pelos en la lengua como este morito nos destapa la misión para la que están viniendo en masa a España: La Conquista Árabe. Y por supuesto tienen en nómina a gentuza, a traidores españoles que les abren las puertas a sabiendas de que el día de mañana... no muy lejano... se pondrán a guerrear contra las fuerzas más débiles como son los viejos... para terminar haciendo suyos los barrios, plazas y pueblos. Si no sale alguien de la política española con malos vientos y peores amaneceres dando hostias como panes redondos y echándoles, de nuevo, de nuestro territorio español. Ya estamos tardando si eso queremos llevar a cabo. Ponernos a darles hostias y mandarles con aquellas que les reciben con música y palmas bellacas.
Hagamos que las oenegés que les han traido mediante una suma importante... les devuelvan con una mano delante y otra detrás. Que sea su maimónides real quien les restaure las sobras que deja caer de la mesa el comensal.
Si les quitamos las paguitas concedidas nada más llegar... estoy seguro que se lo pensarán dos veces el venir con pensamientos de insulto y escarnio. De este modo nos quitamos a los payasos y las pateras y a las oenegés. Con qué facilidad limpiamos de un plumazo todo el esperpento progresivo de emigrantes ilegales y legales a su vez.
Se acabo el efecto llamada y sus mamadas profundas.
Ahora vas a tu país y lo cascas.
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