Distinguido Rey Mago: (porque hay que ser mago para poder seguir siendo el Jefe del Estado Español con las huestes socialistas contra la Corona), como todos los años está muy bien que intente dirigir sus buenas intenciones a los españoles de bien. Ya sabemos que los españoles contra la Casa real ni le escuchan ni le quieren. Y, menos, comparando a catalanes, vascos y comunistas con el resto de la población. Usted sería bienvenido si en su talante estuviera la ideología que ostenta su señora esposa. Que bien mirado, no ha salido el matrimonio, como querían las partes implicadas en la conjunción Estado/Gobierno.
La Historia nos enseña que todos los matrimonios de Estado son consensuados a partir de negocios abiertos hacia la nomenclatura exterior. Es decir, son matrimonios convenientes para unir (se pretende): un país con países, un reinado con otro, unos territorios con otros... intereses... fuera de la naturaleza que reune la unión entre un hombre y una mujer. Y esto es lo que está pasando en nuestro país: los intereses se han <<"truncado">>, espero, con el golpe al Estado de Cataluña, País Vasco y el Gobierno. Hubo otro movimiento el 23F porque llevaba el mismo camino que tomaron, actualmente, Puigdemont, Pujol, y toda la patulea separatista catalana y vasca. Hay demasiados intereses monetarios como para dejar pasar la ocasión del intento separatista condal.
Vea que soy de su condición, pero me da en la nariz que todos ustedes están, por intereses comunes, en la misma onda y solución. Que España sea vendida a trozos, a diferentes países, para quedar bien con todos ellos y sacar más rédito de sus trapicheos. En España han habido muchos traidores y, ahora, la cosa se ha multiplicado por la cantidad de ellos que gobiernan nuestra Nación. Y, usted, con ellos. Porque dígame si no, es posible que el presidente se haya echado al monte y usted esté diciendo que representa la Monarquía Constitucional. Sin que ello sea motivo para que usted le haya puesto los puntos sobre las íes, sin más ni más, y con anterioridad. Creo que ha tardado mucho en dar el paso que nos une a los españoles, y, ya es tarde. Las aguas de la corrupción se ha desbordado y, usted, ha quedado como un impostor a la altura de las circunstancias.
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