lunes, 2 de diciembre de 2024

estupefacto

 resulta que en las redes están diciendo que en la Iglesia existe la masonería. ¿Ahora? 
La masonería está desde tiempos de la salida judía de Egipto. Lo que nosotros llamamos cristianismo no es más que un judaísmo con otro nombre. Somos judíos porque así lo definio Aquél que eligio al pueblo. Y, sobre ese <<Acto>>, se ha extendido la influencia y la argucia judía. Los judíos gobiernan el mundo desde que <<Moisés fue salvado de las aguas>>. ¿Qué nos sorprende?
Todas las iglesias fueron creadas y extendidas al mundo a través de evangelistas, idealistas o ideólogos, del éxodo judío. Un conocimiento adquirido en Egipto y extendido al resto del mundo con paciencia y perseverancia. Y todo aquél que ha intentado ir contra ese estado de gracia ha sido borrado de la faz terrestre, sin miramiento. Al igual que en la representación de un tal Jesús que intentó dar otro sentido a la vida de las personas y acabó crucificado por conocer el real sentido de la estancia humana, en este planeta. Así terminan colgados de los puentes a modo de carta de tarot, los que se ajustan a la influencia casuística del Crucificado.
Jesús fue utilizado, después de muerto, para llevar a cabo lo contrario de lo que, realmente, nos quiso dar a entender con sus palabras, y no dejarnos engatusar con la narrativa de grandes libros y adacalabras. 
Dejémonos de chorradas... la Iglesia está llena de caballeros templarios que no eran otros que judíos, canteros y masones. Aquellos que se trajeron todo el poder de Salomón para empoderarse en occidente. Y lo primero que hicieron fue construir las iglesias y elaborar el dinero <<único>> producto que da redimiento cada vez que se le utiliza. No hay otro producto que haya sido tan utilizado como la moneda de uso común. Seguimos utilizando la misma moneda, pero con diferentes caras. El adelanto ha sido <<ninguno>>. Nadie ha sido capaz de idear otro método de pago mundial.
Los occidentales debemos saber que la religión que tenemos no nos corresponde. Hemos sido infectados por el virus de la complacencia y la idiotez. Nadie se merece una siembra mental tan nefasta como frustrante. 2000 años con la misma cantinela y sin iluminación mental... no es un adelanto, ...sí, una pérdida de conocimiento personal y transferible.

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