Todos estos aplausos zurdos intentan levantar la moral de Sánchez producto del abucheo propiciado en Valencia, por la Dana.
Sánchez <<yo sí te creo>>: ha sido la consigna moral que los adeptos y chupópteros del muchacho le han hecho llegar para suavizar el careto que se le está quedando con todas las demandas judiciales.
Pero ahí le teníamos con esos andares de negro del Bronx. Ese que, al andar, va espantando las gallinas. Ese individuo que morirá por el veneno de su propio ego.
¡Qué espectáculos estamos acostumbrados a ver en España, a costa del erario público! Y eso tiene que terminar. Que un presidente y su tropa tenga la manía de echar mano de la Caja, cada vez que tenga un regalo para hacerse... no está escrito. Es más, deberíamos llevarle a un sicólogo para que determine en qué grado de lucidez o no, se encuentra El Puto Amo. En qué grado de lucidez o no... se encuentra la psoe en España. Bueno, más bien, la pse. Y si sigue perdiendo siglas no vamos a poder ver a Sanchez... porque, Sánchez, no estará...
Esperemos que la vergüenza ajena que despedimos los españoles sea suficiente para que el mundo sepa que tenemos un déspota gobernando, así, como gobierna Maduro en Venezuela.
Todo un techado de virtudes de un payaso (disculpa a los payasos) venido a menos y a un presidente que se lo rifan en Europa por dejar España arrasada por el robo, la desigualdad social, y el exterminio del campo. Un mogollón de virtudes que engloba, en su ego, El Puto Amo.
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