aquella estrella móvil anunció el nacimiento del Niño Jesús... Ahora se avecinan en cientos de naves a celebrar la misma festividad. Abramos los brazos a los extranjeros, al igual que lo hacemos con los marroquíes. Sin duda se quedarán una buena temporada dado que el viaje nos pronostica una larga estancia en la Tierra. No van a venir pà nà. Lo normal es que nos traigan a las suegras y <<con el descuido que da la confianza>> nos la claven bien clavada. Ojo al dato y tomando nota de todos los que vayan bajando, para luego hacer el recuento cuando vayan subiendo, al ovni.
Es increible la cantidad de hologramas y chorradas a las que nos estan acostumbrando. Como no tenemos bastantes con la Tv. y la IA, ahora nos agarramos a los ovnis para tener a la población acojonada durante una temporada.
A lo mejor tenemos suerte y nos vamos con los ovnináutas a su lugar de origen y dejamos aquí a todos estos desgraciados que no saben hacer la O con un canuto y derivan en borregos.
Amamantados, a lo mejor, con una buena dosis de inteligencia extraterrestre nos permitimos alejarnos para no volver nunca más, ni siquiera en Navidad.
Permítasenos un encuentro en la Tercera Fase con todo lujo de detalles y visita al Ave Feníx que nos resurja de la salida planetaria.
Llevo tanto tiempo queriendo salir de la Tierra que no encuentro el métoco que, ahora, se nos está planteando.
Dejar atrás a Sánchez y su escuela de drogatas, puteros y porreros... será un placer de tal magnitud configurada en un nuevo Renacer en el planeta que sea.
Por favor,
cuando esté posicionado en el lugar que me otorguen, nuestros amados Hermanos Mayores del Cosmo, en la nave, podéis ponerme una lápida que diga: aquí pudo reposar los restos de Tal, desde Tal a Tal, pero no hubo forma de bajarle del objeto volante una vez que le dejaron echar un vistazo dentro. Ya no hubo forma de bajarle. Que Dios le tenga en su Gloria.
¡A mamarla, cabrones!
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