martes, 16 de octubre de 2018

¡Qué forma de darle vuelta a la tortila!

Carta de Jordi Cuixart: “Si a mí me ha tocado aprender a ser un preso político, a él le corresponde aprender a ser hijo de un represaliado”, señala. Dirigido a su hijo de año y medio. 
Desde esta edad empiezan a domeñar la mente de sus traidores futuros.
Debes decirle la verdad a tu hijo, 
de esta forma se criará dentro de los cánones de sociedad pluricultural que tanto os gusta repetir como un mantra, pero que no se ajusta a verdad o mente libre. No a la verdad que todo el mundo entiende como comportamiento adecuado entre individuos de diferentes culturas, regiones, vivencias..., sino a unos desajustes de vuestros pensamientos de traidores al resto de España. Ningún individuo pluricultural odia a nadie, ni le ve como vosotros veis a los españoles catalanes que no opinan como vosotros: odias todo aquello que se opone a vuestros ideales inalcanzables.
Niños pijos que os enrabietáis porque no se os da lo que es imposible de alcanzaros. La Luna hace tiempo que ha dejado de ser el regalo de los enamorados y políticos mentirosos.
Vosotros -que os quede claro de una vez-: sois políticos presos por levantaros contra la Carta Magna y el jefe del Estado.
Para mí sois nada, ya. 
Una vez en la cárcel sois chorizos más ímprobos que los chorizos normales. Éstos desconocen la cuantía de sus infracciones y vosotros os las pasáis por el forro de los cojones. 
Por ese motivo y por otros que lleva acarreada la pena, me alegraré que os paséis 20 años en el trullo y que vuestro hijos tengan que ir a veros en el penal cada vez que penen sus miserias.
¡Traidores al penal!

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