viernes, 12 de octubre de 2018

¡Hombre, Rajoy!

Rajoy debe de estar tomando de su propia medicina. 
Mariano RajoyNo debe de tener muchos amigos después de haber sido defenestrado por los mafiosos del Mago de Oz. Pero es que él ha sido el espantapájaros, a veces el hombre de hojalata, y otras de Dorothy… menos de Mariano has hecho de todo. Un gran actor que nunca salía en las escenas. Ni estaba, ni se le esperaba.
Ahora quieres convencernos de que has sido destituido por los demás. 
No, señor Rajoy, usted ha sido destituido por usted mismo, -porque no ha hecho...-ni siquiera al final-...lo que tenía que haber hecho: convocar elecciones y nos hubiéramos columpiado nosotros mismos. No, que, ahora, tenemos a un puto mafioso de presidente, y sin podérnoslo quita de en medio.
En política no podemos tener a un empresario en el poder. Ni podemos tener a uno que haya servido los intereses de otros: "no sirvas a quien sirvió", ni tener un pagafantas como Sánchez.

No se puede llorar a meses vista de que te derrocaron las fuerzas vivas de la mafia. Has sido blando, blanco de risas y rumores de fetichismo, rechazo de la derecha hasta en sus más íntimas consecuencias, y rebuznado hasta en tus más amorosos sueños...
Que sepas que los sueños traen consigo un sinfín de traducciones que nos sirven para enmendar la mierda que hemos estado haciendo. Lo tuyo ha sido algo que nadie ha podido vivir nunca, ni en sueños. 
Tuviste la capacidad de reírte del mundo por la mayoría absoluta que te habían concedido los españoles y ahora vienes llorando de que te han tirado los malos. Si no hubieran sido ellos, te habríamos tirado los demás.
Estás donde estás por tu propia incapacidad mental y física. No se puede estar todo el día pensando en ponerse las medias caladas y zapato de tacón alto. Esto está muy bien en las fiesta que daba Berlusconi, hasta que le denunciaron por las orgías con chicas y chicos jovenes.
¡Qué pena das ahora que sales lloriqueando desde las enaguas de esposa!
Te habrás dado cuenta que te hemos olvidado tan rápido como ha sido posible. Ya. Y estamos a un año luz de distancia de todo aquello que nos has hecho pasar. La gente olvidamos pronto lo malo que se nos hace, porque sabemos que no podemos ni debemos caer en otro error como el pasado. La grey va a pensarse dos veces si lo que va a votar es algo que le interese o no. Se terminaron los colores y las buenas palabras; queremos hechos y soluciones.

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