Gracias al sanchismo Franco, hoy, no necesitaría de la Iglesia para estar en pleno apogeo. Sánchez sería el puto Amo, el suplente del Papa para llevarle en volandas, y bajo la hoz y el martillo. Es gracias a Franco que Sánchez tiene un motivo para estar en la política. Ha seguido la vida de Franco para comportarse como <<Tal>>. Y ha adquirido los hábitos de conducta histórica para que la gente le ensalce y le respete. Pero se está dando cuenta Sánchez de que por mucho que le saque de la tumba y le lleve y traiga como si de un santo se tratara...: el ojo del pueblo clavado lo tiene sobre el cogote, como daga de descabello.
Ya no le queda nadie a quien hacerle la rosca para seguir con el invento de la presidencia. Ya no le quedan recursos por los que engañar a alguien. Todo el mundo se ha dado cuenta que su miserable comportamiento tiene los días contados y su influencia por los suelos.
Contamos con que ello se lleve a cabo y el personaje deje de hacer teatro y se dirija a Hollywood si quiere seguir de diva...
Ahora, realmente, es el momento por el que echar de menos a aquel considerado un dictador y sus órdenes: seguridad nacional.
Acabemos de una vez con este impostor y suplente de pacotilla.
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