Cambio climático

el que tengo yo colgando.

 

 

 

Esta imagen es muy fácil encontrarla en todos los cielos de España. Y, también, del mundo mundial.

Es impresionante que antes de que los aviones existieran (no más de 100 años) en los cielos del planeta no se comtemplaran estas estelas que, ya, se pueden considerar químicas y culpables del cambio climático. Claro está que las estelas no tienen la culpa del cambio climático, lo tienen los acuerdos firmados de todos los gobiernos del mundo de controlar el agua para beneficio ¿del pueblo? ¡No qué va...!, la cosa va más allá: a beneficio de los gobiernos y mandamases dictatoriales que tenemos sobre nuestras cabezas. Y que representan la pirámide del poder o de las 30 monedas que recibió Judas, de los rabinos judíos. Por lo tanto... lo que estamos comentando es que la Iglesia: poder religioso...: está asociada al poder laico por medio de las escrituras. Es decir: Las escrituras no son más que un poder notarial mundial, para seguir los dictados desde la salida de los judíos de Egipto. Un país donde las leyes han llegado hasta nosotros. ¿Por diferentes cauces? Sí. Pero ante todo por el conocimiento que los judíos tuvieron a bien, extender, por todo el planeta. Estamos corroborando... como los judíos vivieron, aprendieron, y extendieron, en el ejercicio de poder, de los reyes, en el Estado egipcio, ...la misma extensión política  ejecutora y judicial.

Por ende,

no nos cabe más enteros que demandar la retirada de toda esa mierda química que se extiende por la atmósfera haciendo que la respiremos para prejuicio de nuestros pulmones. 

No encuentro mayor desconcierto en querer quitar el vicio del tabaco y nos fumigan con sustancias tan perjudiciales como el que fuma... 

¡Hay que echarles de comer a parte a toda esta patulea de malcriados y malnacidos, como malparidos!

Recemos para que el multimillonario Elon Musk pueda fabricar un artilugio capaz de sacar a todos estos payasos de Tierra; les envíe lo más lejos posible de nosotros; con solo billete de ida. Les echaremos de menos, sí, pero será nuestra cruz que sabremos llevar con orgullo sobre la cruz corporal.