en la cabecera de cama; en sustitución del Cristo crucificado.
Desde la noticia de que Yoli quiere subir las pensiones, (bueno: lo de las pensiones lo he incrementado yo), los sueldos 50 euracos más al mes... me llena de orgullo y satisfacción. Dónde va a parar tener a un Cristo Doliente colgado, que disponer de la salvadora de los españoles. Porque hablamos de los trabajadores y, por supuesto, de los funcionarios. A estos les darà un porcentaje mayor para que voten a Sumar en las próximas voluntades.
La Doña le ha mandado un aviso a Sánchez como recordatorio de que él, y no su hermano, está de presidente (aunque todo llegará, véase: Chávez y Maduro) de los españoles, y no de las empresas a las que quieren expropiar como garantes del Estado sanchista, para sus choriceos sin capucha de atracar. De este modo Sánchez está cambiando la Constitución del 78, por decretos, hacia una República bananera que excuse de latrocinio, malversación, impunidad... a su familia, al partido, al golpe de estado catalán, a la amnistía de Puigdemont, y a los otros ladrones del montón. ¡Sánchez por siempre jamás!
¿Qué decimos los españoles ante tamaña toma de decisión e imposición de Sánchez por controlarnos, (método venezolano), ordeno y mando, sin la oposición de la judicatura que pudiera ponerle coto a los desmanes, autoritarismos, de Sánchez y sus muchachos socialistas?
Nada.
No decimos nada.
Somos como los autómatas programados para convivir con cualquier política que, (alguien), nos quisiera imponer. Unos más de venezolanos, cubanos, coreanos, chinos, soviéticos... etc.
Formar parte de esas cabezas sin voluntad; con la voluntad puesta en la palabra del dictador. Genuflexiones varias a las estátuas de Sánchez y familia repartidas por la geografía española como insulto a los cerebros/descerebrados de los españoles de hoy y del futuro. Gentuza así no debería ocupar puesto de mando en la política española ni mundial.
Espero con muchas ganas y con premura a que la justicia, antes de que sea desmantelada, sepa poner a los socialistas una línea judicial lo suficientemente potente para terminar con los desvaríos de éste y de todos los que, como éste, hayan dispuesto terminar con la convivencia y libertad de los españoles y de cuantos individuos conformemos la sociedad española a día de hoy.
Ante todo:
Coto a sus desmanes y desvarios... y contundencia jurídica a los políticos y familiares que se hayan pasado de la raya o línea constitucional.
¡Graciñas!
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