y ya ha puesto fuera de la cárcel al etarra que quiso matar a Juan Carlos I.
A Sánchez, como a Iglesias, les gusta que les hablen bajito y bien. No están sus oídos para las grandes algarabías, por eso se juntan con Torra, Puigdemont, Torrent, Otegi, y las etarras confesas. Asesinas confesas que no tienen otros mafiosos que atenten contra ellos y sus familias. ¿Qué pasaría si apareciese otra mafia asesina operando contra la mafia asesina etarra? Que dejarían de hacerse los machotes y machotas, para pasar a replegar las alas y ponerse a rezar junto a los obispos y cardenales afincados en Vascongadas. Culpables necesarios en sus huidas cuando ponían las bombas dirigidas por la propia Iglesia. Esa Iglesia asesina y bujarrona, que vive de la engañiza y las misas negras.
Ahí lo vemos, otro matón fuera de los barrotes para mejor gloria de Sánchez y su partido progre.
¿Es a esto a lo que llama Sánchez progresismo?
Menudo memo del carajo es este cagado de Sánchez. Deben de estar muy contentos los socialistas con tener como amigos a los separatistas y etarras. Ellos sí que lo están en su fuero interno. Están dando el golpe al Estado desde las mismas entrañas del Estado. Y el monarca siendo marioneta de un payaso como Sánchez. Hasta de eso se están riendo los socialistos, los etarristos y los separatistos. Pero la vida es larga y los acontecimientos suelen cambiar con demasiada frecuencia y quién sabe qué pasará dentro de unos pocos años. Es verdad que a través de Sánchez los separatistas, los etarristas, habrán cumplido su sentencia al Estado Central... Pero ya veremos qué sucede dentro de unos años después. Tal vez, los mismos, terminen internados en la misma cárcel con barrotes de hierro puro. Y esos sirvan de ejemplo para futuras generaciones de etarras y separatistas varios.
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