¿Qué hemos hecho los españoles

para tener que aguantar las memorias de los exdiputados, expresidentes, exgilipollas?

Rajoy ha sacado su libro y allá por donde va hace propaganda de su idea de acercarse a los siniestros clubes de fútbol. Yo no esperaba otra cosa. Hombre, sí esperaba que hablara de su libro, como Francisco Umbral. Pero no. La idea es introducir el libro mediante el mecanismo de la ambrosía del fútbol. De ese modo acapara más la atención de los periodistas y medios de difusión... manteniendo el libro en posición vertical mientras habla de los clubes futboleros. ¡Qué listo, el expresidente, con capacidad de convertirse en Bolso! ¿En qué será lo siguiente en que se reconvertirá...: En la Lola se va a los Puertos? Hay que ser zorrera...

Pues como decía..., 

ahora amenaza Albert Rivera con emular la acción de Rajoy: escribir un libro ¿...?, que no puede ser le salga muy holgado, dada la edad del chaval. Ahora, bien, si va a contar sus relaciones sexuales con  su compañera de aventuras... tal vez tenga más tirada que si lo escribe el rey del porno. Todos sabemos que al rey del porno se las ponen en la cama. Albert Rivera tuvo que zurear mucho para conquistar a la muchacha. Mujer no satisfecha y escusa, para dejar la política o a ella. Ultimátum. Eligió dejar la política por el porno casero. Las editoriales reacias a divulgar libros de otros escritores... se han puesto manos a la obra a ofrecer no cientos, sino miles de euros, por la divulgación de su ministerio privado. El ministerio público no interesa, ya sabemos que fue un fiasco. Por eso digo que no puede ser muy grueso el legado de Albert. A no ser que, El Cama Sutra Tres, esté entre uno de sus títulos bibliográficos. No lo creo... pero... nunca se sabe. También la Iglesia nos sorprendió con sus prácticas homo...

En fin, amigos,

cada día se levanta uno con un sobresalto nuevo y tal vez, el campanazo, lo dé Albert Rivera, el hombre que pudo ser y no llegó.
Menudo legado le dejó a Inés Arrimadas en la dirección del partido. Una estoica mujer si no hubiera llegado como suplente. Arrimadas ha ido perdiendo fuelle y, hoy, es alguien más, que canta fados.