ya se podrían apostar millones y millones que, ni la propia que está dando el recital, ganaría la apuesta..., sabría lo que está diciendo. En tan alta estima se tienen, que juran venganza sobre sí mismas, sin saber el valor del oprobio. Hace falta ser idiota para vengarse de sí misma delante de cámaras y del público presente, que, atónito, se revuelve en sus asientos sin saber por dónde sale o termina la comediante.
Bonito panorama se nos presenta en años venideros. Si alguien no mata a Soros, los españoles estamos perdidos por culpa de las españolas, y de las profesoras españolas. Que, como Cristina Almeida y Carmen Calvo, fueron las líderes, del cambio político español. Sin ellas, ¡bonitas!, no tendríais nada, ni serias algo, ahora.
Querido lector
cuando lees esto, ¿no te dan ganas de pillarte un huevo con unos alicates?
Lo comento porque a mí sí me dan ganas de pillármelos con la puerta blindada de mi casa.
¡Pero si vamos para atrás!
¿Quién cojones es aquél que no quiere que el mundo evolucione?
¿Quién es aquél que nos quiere muertos de cuello para arriba?
Y, lo curioso es, que creo nos referimos a la Universidad cuando preguntamos quién o aquél...
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