martes, 24 de febrero de 2015

¡qué vergüenza, oiga!


a la alcaldesa de Valencia se le ha subido -sinduda -la ingesta de alcohol, a la que debería estar acostumbrada.  Nunca antes se le había notado tanto los colores y calores como se le notaron el día de la presentación de las falleras mayor e infantil. Es impropio de una alcaldesa que salga con la fallera infantil a su lado, estando borracha. Es impropio de una persona que representa al pueblo, el abochornar a los ciudadanos en esa guisa. Pero es que últimamente los políticos se han tomado a la torera el tema de cómo les vea el pueblo; y les importa una mierda lo que piense nadie de ellos, con tal de pertenecer a esa casta de miembros de mierda. A ver cuando se nos mete en la cabeza que más de cuatro años de politiqueo, nadie, debería estar. A ver si con esta mamarrachada de presentación los valencianos la mandan al desguace y jubilación.

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