lunes, 16 de febrero de 2015

la quimio

todos o casi... tenemos en la retina el día que vimos en tv. la noticia de que médicos de la Seguridad Social (-porque son lo mismos que la privada-) se dedicaban a recetar determinados medicamentos solo... porque la farmacéutica les agasajaba con sobres de dinero en "A" o "B": daba igual; o, les envolvían en un aurea de atontamiento ególatra y les enviaban a determinados viajes -cuanto más lejos mejor- donde señoritas azafatas les hacían la vida más amable y mejor. Hasta las azafatas eran reproducidas por la misma compañía de los medicamentos tóxicos. pero..., ¡qué más da!, la cuestión estaba en contaminar el cuerpo de sanos individuos que tenían la desgracia de visitar al galeno, en un mal momento. Eso en España.
 Y para muestra un botón: La justicia estadounidense está procesando al doctor Fata, acusado de doce cargos de fraude en la atención de salud, y conspiración para recibir sobornos. El Dr. Fata es un prominente médico de Michigan  especialista en cáncer; quien admitió en la corte que falseaba diagnósticos para someter a sus pacientes a tratamientos médicos contra el cáncer. Fata  dijo que les aplicaba quimioterapia para obtener beneficios monetarios.
“Lo hice intencionalmente”, dijo Fata en su declaración de culpabilidad; en la que aportó los nombres de los numerosos medicamentos que durante años prescribió a sus pacientes. A lo largo de su interpelación admitió que  “sabía que eran médicamente innecesarios.Fata fue acusado de cometer fraude por unos 35 millones de dólares contra el sistema de seguridad médica estadounidense, Medicare; facturando a cargo del gobierno tratamientos innecesarios de oncología y hematología.
Fata tenía una lista de 1.200 pacientes, a través de los cuales recibió 62 millones de dólares del Medicare, de una facturación cercana a los 150 millones.
¿Qué deducimos de ésto? Pues, simplemente, que nos quieren enfermos. Y cuanto más enfermos, mejor. Enfermos de larga duración: que les gusta más.
La quimio se ha diagnosticado como el medicamento o terapia más destructiva para el cuerpo humano. Gracias al cuerpo que tenemos, podemos hacer frente a la inoculación  del tóxico. A veces el cuerpo no puede enfrentarse a la quimio y fallece.

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