En la antigua China existieron los químicos fabricantes de loza..., un grupo de individuos químicos que supieron cómo mezclar los minerales para convertirlos en utensilios tan admirados por los mercaderes de aquellos tiempos y del presente. También nos asombraron los expertos en el arte de fabricar espadas a base de paciencia y fuego. Los masones: antiguos constructores de catedrales y edificios de culto; y reconvertidos en nuestros días como uno de los poderes del mundo. Otra de las casualidades del planeta son aquellos constructores de pirámides... que tanto nos asombran a excépticos y creyentes. Otro grupo de constructores que debieron tener (como los chinos) el sanctasanctórum de los métodos de hacer bloques in situ, con un cemento que sólo aquellos humanos sabían fabricar. Porque sabemos que es imposible -y de hecho se ha desechado-, la teoría de los hombres tirando de una cuerda atada a un mamotreto de pedrusco del tamaño de 200 toneladas. Por tanto es justo pensar que los bloques debieron macerarlos en la misma construcción. Por ello nos hacemos idea y abogamos por aquellos que, haciendo la prueba de meter una aguja entre los bloques, la aguja no entra. Dado que la argamasa,-entendemos-, se pegaría, -en fresco-, con el bloque contiguo. Creo que sería (a falta del método verdadero) la mejor comprensión de esa fantástica construción.
¡ojala algún día sepamos el método que emplearon para su levantamiento!
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