y mi cuerpo solicita remover los espíritus de las niñas del Madrid Arena. A juicio de mi poca abogacía, el que el Ayuntamiento de Madrid, con Ana Botella al frente, se haya deshecho de Villanueva no hace más que complicar e implicar a la cabeza de todo el pastel y no es ni más ni menos que la Alcaldesa. Ana, la del Madrid Arenas que no, la de las Tejas Verdes. Debería haber dimitido mucho antes que sus acólitos, expresamente por lo que expresa la responsabilidad. Y toda ella, la responsabilidad, recae en que el alcalde debe asumir, como cabeza de corso, los embites de los malos actos. Esto es, lo que la justicia demanda a sus ciudadanos: El no conocer las leyes, no te exime de responsabilidad. Pues ese es el caso de la señora Ana Botella: el no conocer el estado del edificio, por otro lado sujeto al Ayuntamiento, no le exime de la responsabilidad que lleva acarreado el desconocimiento. ¿Deben dimitir todos aquellos que hayan tenido algo que ver con el local? --Sí. ¿Todo el gobierno en pleno de Ana Botella? --Sí. El que no lo haya hecho ya, deviene por la barrera que están levantando a su alrededor. Todas estas prácticas son las que tiran por tierra la creencia en la justicia y sus gobernantes.
jueves, 10 de enero de 2013
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