Este cuadro esperpéntico de Mariano, seguro consigo mismo y encantado de conocerse, necesita un milagro como el de Lourdes para terminar con la corrupción, aunque estén de enhorabuena los del PP y los del PSOE, al haber hecho una piña cara a la ciudadanía. Ambos, ya lo hemo dicho y redicho, son lobos de la misma camada, y les resulta difícil pronunciar los nombres de los imputados de sus partidos porque ellos también se columpian al compás de la cantidad depositada en sobres o directamente a sus empresas o indirectamente a las cuentas de Suiza, Venezuela, Argentina, Bostwana, etc.
Una vez despilfarrado y enbolsicados los euros ciudadanos, resucitan con la Voluntad de Pacto de la Ley de Transparencia. ¡Claro, como hasta ahora no ha habído Pacto de la Ley de Transparencia, podían robar impunemente, sin complejos! ahora hay Voluntad y los mismos cara dura.
¿Es posible que aún haya gente con la Voluntad suficiente para creer en la política de este país? Al igual que los grandes partidos, deberìamos hacer los ciudadanos un pacto para mandarlos a las Islas Salomónicas, de donde Maria el Corto, tiene su reinado. ¡Anda que como lo lleve igual que aquí...!
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