Y dejar morir a las niñas en las calles en espera de que el camión de la basura la recoja al pasar. Y que los chinitos, tan iguales, se comprometan a trabajar de sol a sol para un buró Imperial sin tope de recaudación, porque eso sí, les gusta el dinero por encima de parentescos.
Hay un jesuita retirado, del que no voy a escribir su nombre, que se pregunta cuál será el ente psíquico que absorbe la energía emitida por los chinos para llevarles a hacer o mandar tantas aberraciones. Al igual que echa la culpa a Dios de los cristianos de ser el Ente que absorbe las energías de los adeptos cada vez que se reunen en su nombre.O a ese Dios de los israelitas que les tuvo 40 años vagando por la geografía planetaria para buscar un lugar donde poner el huevo. O qué Dios sudamericano tuvo peregrinando 300 años a un pueblo hasta encontrar donde picar piedra pulir piedra. O tantos sacrificios humanos porque, al parecer, la sangre es la dadora de vida y contiene la energía suficiente que a estos seres les pone tanto.
Total, estamos manguneados por todos lados, de los que de unos sí sabemos su procedencia, pero del otro no.
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