lunes, 21 de enero de 2013

el nuevo sistema gratuito


Hemos llegado, y tocamos fondo. La sanidad cada vez peor; no es que haya ido nunca bien, pero funcionaba. Ahora no te quieren hacer radiografías, del horario estipulado para ponerte una inyección se demora una hora porque al parecer hay menos enfermeras y las que sacan sangre se tienen que dedicar a inyectar y a los cardios. Han intentado quitar las colas, pero nos amontonan dentro de las salas de espera en una desesperación generalizada. De una prueba que me tenían que hacer y que iba muy avanzada de urgencias, en la Fe Bulevar Sur se demoraron desde la seis de la tarde hasta las dos y media de la madrugada. Infinidad de reses de todas las procedencias acinadas esperando una muerte anunciada. Nadie se da por enterado y a los que se quejan nos remiten a rellenar informes de quejas, que serían en definitiva, las que médicos y enfermeros/as tendrían que rellenar todos los días que se incorporaran al trabajo. Si las medidas tomadas por el gobierno no está de acorde con un buena marcha en funcionalidad de los funcionarios, no hay duda que ellos son los presionados, nosotros los enfermos.

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