Venimos diciéndolo varios años ya. Estados Unidos tenía previsto para este año 2013, someter a la población mundial al mencionado y difundido microchip, con la propaganda sionista de la seguridad como devenir futuro. Pues este año ya ha habido problemas con una ciudana estudiante Estado Unidense que se ha negado a portar semejante controlador por considerarlo un culto al demonio. Ya no les conforma tenerlo impreso en los códigos de barras de todos los productos, sino que intentan mejorar la seguridad de las personas inyectándonos o imponiéndonos un microinvento sin saber las consecuencias que produzca el llevarlo.
De todas maneras, se dijo, que la negativa a llevar este chip llevaría consigo la prohibición de esas
personas de hasta no poder comprar comida en supermercados. Es decir, se les impediría cualquier ayuda que pudieran necesitar.
¡Si esto no es malévolo que baje el demonio y nos lo cuente!
La imagen de abajo es la represención del inframundo en el Vaticano.
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