miércoles, 23 de enero de 2013

frases lapidarias

Ayer oí y ví en la tv. lo que dijo Taro Aso, ministro japonés de Finanzas. Cito: los ancianos deben darse prisa y morir para aliviar los gastos del Estado.
Otro ministro español dijo: hay que nivelar la edad de jubilación con la de muerte.
voy a dar mi opinión por proximidad al segundo por ser los dos españoles: él y yo; al menos yo sí lo soy. Me viene a la mente que este ministro le queda muy poco de vida, dado que ellos se jubilan con ocho años en el cargo. Me supongo que con ese tiempo, deben desaparecer de la geografía española más de la mitad de los ministros, diputados, senadores, y toda la carroña política que irrumpe día sí y otro también en nuestros hogares, diciendo estas frases lapidarias que pondremos en sus tumbas. Lo bueno es que, con tampoco tiempo de antigüedad laboral (máximo 8 años), los políticos, con sus muertes, crearán puestos de trabajo en los tanatorios, empresas del ramo, y de sepultureros; multipliquemos por autonomías, ciudades, pueblos, etc. Se acabará el paro. Casi habríamos de avanzar que fueran cayendo ya, antes de que lleguen fiestas y  nos encontremos con demasiados en las neveras de las morgues, teniéndoles que colocar unos encima de otros, o que sus cuerpos corruptos atufen, como atufan sus palabras.  Abogo para que vayan muriendo como las moscas ante un insecticida.
De los japoneses y los chinos, no digo nada porque ellos se lo guisan y ellos se lo comen. Si quieren estar engrilletados todos sus días a una oligarquía dictatorial, aunque estén fuera de sus faldas, allá ellos.
¿Ah, esto es extensible a sus familiares, también!

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