Los abogados de Ana Julia (asesina de Gabriel) quieren denunciar a "El punto de Mira", de la cuatro, a propósito de un documental relatando la vida de la confesa asesina. Vida y milagros desde la muerte de su hija de cuatro años, que se defenestró (¿...?), a la intentona de robo a un burgalés, enfermo de cáncer.
Los abogados estiman que las imágenes y la exposición de la vida de esta individua ha dañado , de su defendida. ¡Qué hay que echarle calvicie, para defender a semejante cochambre de persona!
Bien;
si esta individua asesina confesa ha sido dañada en su honor, en qué ha dañado ella a su abuela (la penúltima en ver con vida a Gabriel; la última fue su asesina), a los amigos, a la escuela, a los españoles, a los cuerpos de seguridad del Estado, al propio asesinado de ocho años...
Una individua que la acoge la abuela; que está con ella y con el niño y cuando sale Gabriel para jugar a casa de sus amigos, le recoge en el coche, lo mata y lo esconde en otro domicilio de la familia. ¿Dónde cojones está el honor de esta imbécil?
Hay que decir tontería porque es el año, el siglo, el desmadre feminazi, para acogerla -encima-, ¿como víctima? Estamos tratando con el disparatado mundo del feminazismo. Ese que ha salido, de la boca de judíos y nazis, como estornudo conspiranoico. Un experimento en España como el ébola en Sudafrica. El ébola se curó en España, espero que el feminazismo se cure en Sudafrica.
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