Al grito: "soy blanca y te puedo matar sin que me pase nada"...: agarra una botella y se la estampa en la ceja.
Las mujeres piden igualdad y han empezado por romper cabezas. Si esto ha ocurrido hoy, a dos días de la huelga ilegal de empoderamiento, imaginaros que no harán las feminazis cuando se sientan los gallos del corral.
No ha habido un solo día que en RTVE no haya habido un debate de mujeres pro mujeres. Son tan lista y evolucionadas que dan agonía escuchar a algunas contra otras, por no opinar a su favor. ¡Todas deben ser lesbianas! ¡Todas deben ir contra los hombres, contra el patriarcado! ¡Empezad a temblar cuando se convierta en matriarcado! Que es un machismo ajustado a tetas y coño.
Recuerdo de peque cuando te amenazaba tu madre con...: "cuando venga tu padre se lo voy a decir y verás que te hace..."
Era una chivata, una traidora, y servía a sus intereses, echando la culpa al que hoy tanto critican. ¡No han cambiado! No. Siguen con su mantra como Puigdemont: ¡jo, quiero ser presidente en el exilio!
¡Qué buenas mujeres! Ahí tenemos la prueba. Se están preparando para agarrar el testigo. ¡Qué Dios nos coja confesados! O, quien ocupe su puesto..., a este paso.
Bien
esta carita que vemos aquí es el Obispo de San Sebastián, el mismo que ha dicho que "el feminismo actual es producto del demonio". Ha dejado bien claro que existe una tendencia feminista que luchó por la "igualdad jurídica y real"; y el otro feminismo "de género igualitarismo y radical".
El feminismo actual está manipulado por la ideología de género. Es curioso como el demonio puede meter un gol desde las propias filas. El feminismo se ha hecho de alguna manera una especie de harakiri.
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