para aquellos que no teníamos ni la más pequeña de las ganas de ver fútbol. Pues vienen y me ponen a un grupito de chavalas a darle placer a la pelota. Ellas... -que siempre habían criticado a los machirulos de ir de guays por la vida por darle pataditas a un balón- ...se han sumado a lo mismo que ellos. Y es que no se puede hablar ni criticar aquello por lo que estarías dispuesta a llevar a cabo.
¡Pues ya estáis en el fútbol! Seguro que dentro de no mucho tiempo habrán acabado con la aficción de un nutrido grupo fans: de los que suspiraban por ver cómo su ídolo metía goles sin despeinarse; amén de los revolcones que se daban a la hora de felicitarse por tan enorme hazaña. Señoritos de 90 minutos para deshonra de los idiotas españoles que se levantan a la hora prima, para calentar el pan para que no les falta a la hora del desayuno cuando se desperecen a la hora sexta.
¡Pues en esas están las feminas de Irene! Que no ha tardado nada en meterse con el imbécil y besucón de el presidente de la Real Federación Española de Fútbol.
A ver cuándo nos ponemos al orden y cuidado de no tocar, no mentar, no mirar, no agasajar... a quienes nos pueden pegar algo.
¿Cuesta tanto no mezclar el espacio entre una deconstruida y un hombre normal? ¿Es que hay que estar constantemente escuchando a Irene enseñarnos cómo se descompone una mujer?
El fútbol es el método más cabalístico para tal fin. ¿Lo sabe Irenita?
Ahora solo hace falta bombo y platillo y mucha pasta... para que las féminas se desfolien en pro de los intereses raciales de la Agenda 2030.
La muerte del feminismo vino de la mano de una descerebrada y sus locas femi... Es evidente de que todo lo que tocan lo deconstruyen. ¡Vaya odio que se gastan!
Y me pregunto:
¿Que carajo le importa a Irene la amistad que pueda haber entre el presidente y la chavala? ¿Tiene que meterse en las amistades, el sexo, y la privacidad de la gente? Más le valdría se metiera en su casa y dejara de arreglar la de los demás.
Al carajo, Irene.
Búscate el trabajo que te pega: de cajera. Y olvídate de los demás. Deja vivir. Amargada.
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