La Última Cena

 Esperemos que sea la Última dado los personajes que encabezan el protocolario esperpéntico del sagrado contubernio. No puede haber mayor pufo que la entrepierna, de los presentes personajes. Algo huele a traición y pedofilia.

Siendo el monarca español la representación del Cristo de la Última Cena, con Magdalena Biden (el prostituto) y Judas Sánchez Iscariote, a su derecha...   

el monarca español se brinda personarse con estos tipos entre macarras y alcahuetas que lo único que pueden decirle los españaoles: <<dime con quién andas y te diré quién eres.>> 

Me gustaría que un día Felipe tuviera la voluntad de hacer su voluntad y no permitir que le traigan y le lleven juventudes entre la pedofilia de Biden y la homofilia de Sánchez. Tal vez tenga algo que ver entre ser monarca español y no marroquí: que dispara a sus muchachos y los entierra sin que lo sepan sus familiares. Un monarca marroquí que dispone de una funeraria para casos de rápido encubrimiento de asesinato infantil y juvenil. Donde, sin duda, el enamoradizo, presi español, tiene algo que ver. Lo mismo que las locas americanas se enamoran de Sánchez; éste se enamora de Biden y de Mohamed, a los que sabemos les gustan los jóvenes amancebados...

¿Por qué aparentar que todo está bien, cuando en estado normal no se pueden ver?

La hipocresía es la es la madre de todo político que se precie.

Y, como todos, miramos la escena para tenerla fresca, en mente, cuando haya que narrarla a nuestros nietos. Tal cual la pintó, da Vinci, colocandolos por importancia o, no, del personaje principal.

Y, que, al igual que en la Última Cena, se cocerán traiciones y chivateos, entre plato y plato. 

Dime qué...; Será cierto... No es lo que me han comentado... Un mundo oscuro formado de personajes oscuros... 

Pero... al fin... Biden, sabe dónde está España, o, ¿no?

Me encantaría saber qué le ha dicho Begoña a Biden para que la sujete de la cintura con ese aire español...

Me gustaría saber qué mensajes, qué secretos se pueden contar entre Leticia y Sánchez. Sentar a Leticia junto a Sánchez debe haber sido un duro palo para una cena de honor a Biden. Dos horas de tedio junto al ególatra personaje de James Sánchez Bond, debe de haber sido una venganza de alguien vs la reina.