China está empatando con Rusa en armamento de 5ª generación. Por delante de Estados Unidos, que teniendo aviones de nuevísima gama, no compiten con los de oriente.
¿Cómo es posible que los dos países con la tasa de pobreza más espectacular... tengan los gastos necesarios para dedicarlos a armamento nuclear y naval?
Entiendo que China posea ese armamento en la medida que controla a sus ciudadanos repartidos por la geografía mundial, y recauda directamente de ellos. En España, sin ir más lejos, los dineros en negro que recaudan en sus locales de negocio y ventas... las revierten a Xi Jinping sacándolos, directamente, por las aduanas portuarias y aeroportuarias. Se llevan los euros disimulados en varios compartimentos en las maletas y en varios bolsillos de los pantalones y chaquetas. Y, todo, porque nadie les cobra impuestos por tener abirtos locales, de todo dispendio, por todo el territorio mundial. Lo que la ley no le permite a los ciudadanos españoles...; se lo consiente a los ciudadanos chinos. Eso sí, con una forma de escaqueo, cuasi, como las garrapatas en piel ajena.
Osea que estamos cooperando servilmente a que China vaya por delante de todo arsenal militar en los cinco continentes y, a esperar, que las dirija hacia España. Modélico comportamiento con aquellos que nos quieren conquistar. Que, a este paso, les queda poco si, en el ínterin, nos han comprado la deuda pública que no vamos a poder devolver.
También, es verdad, que a este paso se van a tener que disputar el territorio español, entre rusos, chinos, marroquíes, alemanes, franceses y demás inversores en suelo español. Entre los rusos, los ingleses, los noruegos y otros más, se están quedando con la costa mediterránea española. Los españoles vamos a tener que decir lo contrario que dijo la señora inglesa que vino a Benidorm a pasar unos días: Aquí hay mucho español. Ahora tendremos que considerar -a los españoles que queden en esos lares- como extranjeros. En nuestro propio país. Y, todo, por la gracia de los dirigentes políticos españoles que dicen una cosa y hacen otra. Estamos esperando que el Peñón de Gibraltar sea territorio de la corona española. Según nos engañó el presidente Pedro Antonio Sánchez. Ninguneado por Inglaterra y Alemania, bien nos la clavaron en la última reunión que hubo a tal fin.
En fin...
No tenemos por dónde agarrarnos a los sufridos españoles por cada uno de los fatuos presidentes que nos han dirigido durante 40 años. Hemos caído como pardillos en las garras de estas aves de presa que forman los partidos. No ha habido ni uno solo que no nos haya llevado al huerto.
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