lunes, 16 de mayo de 2022

Tratado Económico Mundial: para el cambio climático

 un nuevo y sádico impuesto pretenden imponer para la mayor estafa que representa el Foro Económico Mundial. Es algo que nadie sabe para qué existe y para qué se cobra. Podemos hacernos una idea de las partidas presupuestarias que se pueden llegar a sustraer de los países para las que, "supuestamente", hacer frente al cambio climático, en defensa de los océanos. 
¿Y qué tiene que ver el cambio climático con limpiar de mierda los océanos?
Todos sabemos que la culpa de que los mares estén llenos de los restos que desechamos los habitantes del mundo, son las mafias políticas que se hacen responsables de ubicarlas en vertederos que, posteriormente, pasarían a ser reutilizables. 
¿Todas? No. 
Y es aquí donde las mafias confían sus estrategias en las ayudas estatales salvando las irresponsabilidades judiciales cometidas en la ubicación de las mismas. Unas basuras que van a parar al mar porque, los mafiosos que se hacen cargo de ellas: las arrojan directamente al océanos. Y no miran el tipo de basura que arrojan... las arrojan y punto. Con este proceder tan humano de las manos de los facinerosos, como el de la imagen, hemos llegamos a donde estamos y, encima, pidiciendo dinero ya aportado para su destrucción a través de impuestos. Es decir: llevan la patente de corso para desacerse de las basuras y ahora que han contaminado el océano piden para descontaminarlo. Todo un chollo para los mafiosos y para los que permiten que haya mafiosos en las administraciones públicas y judiciales. 
Cada vez se nos van acercando a nuestras gargantas para ahogarnos un poquito más. Ellos saben que no pueden ahogarnos del todo porque perderían las de ganar... pero lo intentan con sumo cuidado.
Cada día nos vienen con una gilipollez distinta para meternos el miedo en el cuerpo y que el cuerpo reaccione a sus exigencias. Ellos saben que sin nosotros serían unos estúpidos humanos sin recursos pero, con todo y con eso, se envalentonan y enorgullecen de lo que son capaces de hacer. A excepción de asesinarnos... no tienen más inteligencia que la que urge pasar el día. Poco más. 
Convertidos en estrategas de la desinformación consiguen que los ciudadanos del mundo paguemos todos los trapos rotos que provocan estos memos. Pero somos inconscientes a la hora de las protestas. Es más: no protestamos. Ni nos quejamos. Ni decimos <<esta boca es mía>>, y así nos va.
Este bufón de los Rothchild, marioneta sin alma, es el encargado de hacernos la vida imposible desde el corazón de la bestia.

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