sábado, 21 de mayo de 2022

con título de seguridad

 sigue subiendo la epidemia de contagio con la viruela del mono. Y no me extraña que no haya pasado antes con tanto negro que nos está invadiendo desde todos los puntos cardinales del continente africano. Y no lo digo por su singularidad de color..., lo digo porque la mayor de las pruebas clínicas de todos los países del mundo hacen los ensayos en los sufridos cuerpos africanos. 
No entiendo cómo no están inmunizados de enfermedades, con todas las mierdas que les suelen introducir en el cuerpo. Pero no lo están. Y, asumimos, estas mierdas de epidemias, porque con alguna "cantará la rana". Habrán dado con el virus capaz de matar medio mundo y al otro medio dejarlo contagiado para que las farmacéuticas sigan trabajando la farmacopea que tantos dineros les ha reportado el placebo. Placebo a coste de medicamento.  
 ¡Anda que no saben estos dioses de la enfermedad!, tanto, que, nos están poniendo nerviosos intentando apaciguarnos con el contagio de la viruela del mono no significa una amenaza para la salud pública, en general. El mismo consuelo que nos soltaron los intelectuales del coronavirus, y, solo en mayores, el Señor, recibió a 140.000, sin ganas de querer subir.
Ya veremos si las previsiones de los Sabios Técnicos de la Salud no se llevan unos cuantos más "arrebatados" al cielo de los sin cuerpo. Y, de esta forma el gobierno mundial empieza dejando de pagar las pensiones, en este nivel físico, y le meten el embolado a Dios para que sea, Él, el que las pague en Su Reino. 
En esto son muy limpios los socialistas, los comunistas y las grandes élites que gobiernan. Entre las que se encuentra Bill Gates y sus innumerables pandemias.
Entre todos estos anda el juego. Aunque no veo a Dios discutiendo con el Demonio sobre subidas o bajadas de las pensiones. Para ello tendrían que llamar, con carácter de urgencia, a the raven woman, de la Ministra de Trabajo, para que ponga las cosas claras y, escritas, en cubitos de hielo. Dado que todo lo que escribe se derrite al instante..., al mismo tiempo que se olvida de haberlo escrito... En eso se parece mucho a su presidente de partido que habla y habla y habla y no se acuerda de lo que quería repetir en la entrevista con el periodista: ¿Cuántas veces quiere le repita que no gobernaremos con Bildu, 20, 50, no gobernaremos con Bildu? Se le olvidó. El alzheimer hace estragos entre las filas del socialismo. Nadie se acuerda de nada. 
¡Pero son los mejores! 
En abucheos no hay nadie que les haya ganado..., todavía. Ni, siquiera, el desterrado Juan Carlos, cuando se ha presentado ante los españoles de Sanxenxo, que le han ovacionado como si de un torero, en buena faena, se tratara. 
Parece ser que, a Sánchez, le ha dado un arrebato de cornamenta y a punto ha estado de no llevarse por delante a medio Sanxenxo. Él, que va a dejar el jamón y el vino: por saltamontes y agua clara del grifo.

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