sábado, 21 de mayo de 2022

la Iglesia y el poder del Diablo

 A la presidenta de la Cámara de los Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, se la ha denegado la Comunión por estar de acuerdo con el aborto. Pelosi desoyó la advertencia de Benedicto XVI, donde se expresaba, en carta, que la Iglesia no concedería la Comunión a políticos católicos que tuvieran que ver con el aborto y la eutanasia. Esta disposición está contemplada en el canon 915 del Código de Derecho Canónico que estable "no ser admitidos a la sagrada comunión los excomulgados y los que estan en entre dicho después de la imposición o declaración de la pena, y los que persistan insistentemente, en un manifiesto pecado grave" como el aborto. Y, Nancy, ha pecado de insistente. Hasta tal punto que han recurrido a las altas esferas celestiales a través de una iniciativa "una rosa y un Rosario", para que Pelocy "repudie públicamente su apoyo el "derecho" al aborto, confesarse y recibir la absolución. La Iglesia entiende que el pecado por aborto o eutanasia es muy grave con lo que está perpetrando un gran mal, provocando un gran escándalo y el peligro para su alma. Que no es poco.
En fin;
a Pelosi la suda un huevo lo que pueda decir la Iglesia. Debe entender que la Agenda 2030 es el Supremo Dios en los altares de la curia. Donde un extraterrestre estará dando la misa y si no es extranjero... será un muñeco con alzacuello de curato. Que no sería el primero porque ya existe el párroco robot que recibe a los feligreses en la puerta y les insta a no pecar. Y, menos, con las muñecas robóticas. Esas muñecas tan lindas que suelen fabricar los chinos "salidos". Salidos del Manga.
Es patético que Nancy no tenga derecho a defender el aborto (cosa que yo detesto el aborto y la eutanasia) pero que la Iglesia haya estado siempre metida entre mafiosos, asesinos y macarras... y no haya nadie que la ponga freno. El Papa está muy bien que se ponga del lado de los pasivos habitantes del mundo, pero, entonces, que no se mezcle con la ralea política que huele a gentuza. Y si el Papa se reune con toda esta gentuza, es porque, él, también lo es. <<"Dime con quién andas y te diré quién eres">>, pastelito.

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