ayer una señora masona explicaba que la masonería u obreros de Dios, estaban para cuidar de la humanidad, dirigirla y construir sus cuerpos en templos. Esa es al parecer la obra iluminatia que tienen los obreros de catedrales de hacer con la humanidad. Tal vez la humanidad no ha conseguido captar el mensaje divino a través de estos maestros de la piedra. Que me da en la cabeza que les ha pasado como le ocurrió a Pedro (el aposto) cuando Jesús le llamó Piedra. Porque al parecer era más duro de mollera que el resto de los elegidos. Pues de esta guisa es posible que los picapedreros no hayan sabido llevarnos las enseñanzas de Dios (-como a los judíos-), directamente de sus manos. Está claro que somos duros de pelar, pero de ahí a que estén cumpliendo mandato divino para edificar nuestros cuerpos y mentes, está muy lejos del rescate. Dios es más tonto de lo que me podía suponer u opinar.
lunes, 22 de diciembre de 2014
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