lunes, 1 de diciembre de 2014

según los acontecimientos políticos

¿qué espera la casta que hagamos con ellos?
Estamos seguros que Podemos es la unión de niños de la casta parasitaria política. Eso ya no cabe duda, por mucho que nos quieran hacer creer que han aparecido por birlibirloque y menos, cuando Cristina Cifuentes se  define amiga de Monedero, de toda la vida. En estos tiempos ya no hay de ese tipo de magia, la magia pasó a formar parte de la economía de los pueblos. No hace falta echar mano de los Reyes Magos, para cumplir con la definición. De aquí que, para romper el hechizo, hay quien asegura que el juez Ruz dejará lo que está haciendo porque se encuentra en la misma situacción que se encontró el juez Garzón: dejando los dosiers en el último cajón de su mesa para que durmieran el sueño de los documentos del mar Muerto. El juez Ruz ha impedido que la Cospedal salga imputada en el caso Jardinería el Tajo y piden su cabeza en bandeja de plata, como la de Juan Bautista. A este ritmo tiemblo y deduzco que todo el mundo está implicado de alguna manera en el robo sistemático, el abuso de poder, tráfico de influencias, sobornos, extorsión, falta de ética y Dios sabe cuantas cosas más que aún no han salido y otras que no saldrán. Hay quien dice que un Rey sin país es un eunuco en el poder y con él se llevaron muchos secretos, muchos otros secretos cobrados y muchos chanchullos, con sus hermanos árabes.
Y aquí tenemos al pequeño Saltamontes que se ha hecho así mismo a base de castear. Sin duda que se lo montó bien, y sin duda tuvo quién estuvo a su lado para darle el empujoncito suficiente para que le reconocieran en todas las fotos de famosos presidentes, y castas varias. Hasta el CNI está que trina porque se ha paseado por sus dependencias de seguridad sin que ni uno solo de los guapos muchachos de la Inteligencia, tuviera un poquito sólo (de inteligencia) para preguntar quién cojones era aquél individuo que sin documentación correspondiente pegada a la chaqueta, se le veía deambular por los pasillos del CN como Pedro -en este caso: Francisco Nicolás-, por su casa. Menudo Centro nacional de Inteligencia que tenemos en España.

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