lunes, 29 de diciembre de 2014

el espíritu de la Navidad.

Es evidente que la Navidad ha sido un plagio de otros cuentos paganos. Ni Jesús nació en esta fecha, ni Herodes sacrificó miles de niños para deshacerse de aquél nacido que le quitara el trono. Es más, tal vez ni naciera uno en fechas donde reinaba el otro. Que Jesús naciera entre el 6º o 7º años antes de Jesucristo, no puede dejar indiferente a nadie. Si encima no murió a los 33 (grado superior de los sectarios masones), sino aproximadamente entre 38, 39 o 41 años, tampoco nos puede dejar indiferente. Si cuando sabemos todo ello no nos planteamos que hemos sido engañados, entonces: ¡"apaga y vámonos"!
Otra cosa es que la política religiosa tenga necesidad de establecer festivos a porrillo porque de esta forma, el cepillo o el diezmo, suma o incrementa las arcas del Vaticano.  Y, de rebote, el hijo pródigo vuelve a casa por Navidad. 
El tema de Santa Claus es europeo y nos llega de la mano del santo Nicolás de Myra. Un individuo muy piadoso que viendo las necesidades en el seno de una familia que lo había perdido todo y queriendo recurrir a la prostitución de sus hijas para salir del bache, Nicolás les fué depositando por las ventanas de sus domicilio las dotes necesarias para que fuera casando a las hijas y así salir del bache en el que había caído la familia. Repuesto el cabeza de familia de la ruina familiar y aumentando riqueza, se sumó al santo a la hora de beneficiar a los necesitados. Esto me suena a la construcción del Vaticano por manos de las benefactoras prostitutas italianas. Que si querían seguir comiendo de su órgano genital tenían que pagar un tributo a la curia y con ella a los masones constructores de san Pedro. Que no sería san Pedro, sino san Pablo.  En fín, como vemos es todo un marrulleo fantasioso que ha calado hasta nuestros días. Dos mil y pico -largos- años llevan haciendo de su capa un sayo. Y que dure, que hay mucho Pedro suelto por el mundo, al que hay que seguir pagando para que coma y folle adecuadamente a los tiempos. ¡Ay, si el Señor levantara la cabeza...! Expresión vehemente de cambio mental, mundano y de planeta.
 El bueno, beatífico Francisco, está intentando que la curia -toda-, se arremoline y puedan escribir la segunda obra de la Biblia, que tantos beneficios les ha reportado desde el siglo 4º; allá por el 350 de nuestra era. 
El nuevo Best Seller se tratará de la venida de nuestros hermanos o constructores extraterrestres y de la unión material entre el espíritu de Jesucristo y María Magdalena. Así nos enteraremos de quién o quienes fueron los presentes en la boda de ambos, y si fue Nicodemo quién pagó los trastos rotos. Otros dos mil años de historia nos comtemplarán y preguntarán cómo hemos sido tan memos los otros 2000 años anteriores. 
Me encanta, una vez conocido los entresijos presentes, que el único que tiene las cosas claras es Satanás: el mete y saca, de la hisoria.

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