viernes, 26 de diciembre de 2014

el discurso del Memo

Dijo Jesús a sus discípulos: ¿no está escrito, "abatiré al pastor y se dispersarán sus ovejas"?
Este es el ejemplo que tenemos con el discursito del Rey. (Que ya hay que ser memos para tener un individuo que se establece en una Nación como Rey, y pide pleitesía a sus moradores... y éstos, que están apanfilados, pues se la conceden); igualico que a Mas se le concede la pleitesia en una zona de ese zoo llamado España y con píngües beneficios por el hijo de p... de Montoro, que le concede prevendas a costa de las arcas del Estado; del Estado que componemos todos los españoles. ¡Y aquí, no pasa nada!
Bueno, al grano. El discurso del Memo no ha dejado indiferente a nadie, es decir... un guiño como hijo de su papá.  Es evidente que no escribe los discursos que pregona pero al menos, debería repasarlos antes de leerlos. 
Ha nombrado la corrupción como un "sistema" que no da frutos; a excepción para los que se lo llevan impunemente. Vuelve a decir lo de la indivisión del territorio. Vuelve a aconsejarnos que le tengamos a la sopa boba hasta que abdique a la edad de su padre. ¡Así cualquiera!
Iñaki, Corinna y Juan Carlos: un trío que saldrá a la luz en el juicio del caso Cristina-UrdangarínPero no dice ni aboga porque su hermana vaya a la puta calle, es decir, fuera del territorio español y sin ayuda, a la que estamos sufragando viviendo en Suiza. No ha dicho que el país va a la mierda con los comportamientos políticos de todos los componentes políticos de este puto país. No ha dicho que los de izquierda, los de derechas, y los de centro -ahora-, van a terminar convirtiendo España en el Emirato Árabe, porque ellos son los que han pagado, siguen pagando y pagarán para conseguir lo que consideran -tenemos en España-, que es suyo. Desde el abdicado, pasando por Felipe, Asnar, ZParo, y el chapero, con el retoño, y terminando por Podemos, son traidores a España y a los españoles, y la suerte que tienen todos estos majaderos es que controlan a la población con los colores en el fútbol, con los colores de los partidos políticos. Colores que no dejan de ser todos amarillos, rojos y azules y que pertenecen a los verdaderos dirigentes del mundo. Un mundo globalizado donde trece familias, clanes o tribus, dirigen los designios de todos y deciden quién muere y quién vive. Algo que nos recuerda el principio de esta exposición... 
¡Nada cambia en casa del pobre, solo quienes entran a llevarse algo!

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