lunes, 29 de diciembre de 2014

armas quita hambre











Armas No Letales y Control Mental

De las microondas al control mental

Dentro de la amplia gama de armas no letales creadas por los americanos, con el fin de no matar, sino neutralizar a los enemigos, existen dos tipos principalmente de armas, las de contacto y las “psicológicas”. En ellas se encuentran desde las armas de radio frecuencia, a las sónicas (infrasonidos y ultrasonidos, que pueden desde derribar un edificio hasta destrozar los tímpanos de un individuo respectivamente o hacerle polvo los huesos literalmente, a frecuencias que van desde los 7 hz. hasta los 35 khz), pasando por las armas “de plasma”. Con las microondas se puede hacer casi de todo: desde paralizar un coche desde un helicóptero (puestas ya en práctica en las persecuciones de coches estadounidenses dados a la fuga y testadas en el laboratorio nacional de los Alamos en EE.UU.), hasta derribar un avión o un helicóptero en vuelo, carbonizar los órganos internos de un individuo o disparar un lugar lleno de pólvora creando “chispas” en las municiones para que estallen.

Pero uno de los aspectos mas siniestros es quizá el que atenta contra las libertades civiles como arma silenciosa de control de la población. Según el Neurofisiólogo español José Manuel Rodríguez Delgado “existe un cañón, llamado Ship Gun… este cañón es susceptible de poder dormir una colonia de guerrilleros en pleno campo de batalla o una colonia de gatos”. Este tipo de arma se supone que pudo haber sido utilizada en la guerra del golfo, como resultado del proyecto secreto Sleep Beauty (Bella Durmiente) y su resultado mas directo sería la rendición incondicional de los militares irakíes en el campo de batalla, en actitud absolutamente relajada y sin ejercer la mas mínima fuerza. Los rusos, por su parte, ya tenían uno de estos artefactos, la conocida como LIDA MACHINE, que fue vendida a la NASA en los años 70 y con la que comenzaron sus investigaciones. En concreto se desarrolló, que se conozca, desde 1980 a 1983 por el científico Eldon Byrd, que dirigió el proyecto de armas electromagnéticas del cuerpo de marines, y fue llamada “Haz dormir al enemigo/Impide que el enemigo duerma” en la reunión anual que celebraron los generales de 4 estrellas americanos de las Fuerzas Aéreas Estadounidenses (de nombre CORONA) en 1995, donde aprobaron mas de 1000 proyectos de armas no letales dirigidos tanto a las fuerzas de seguridad militar como civiles en su uso. De este arma, según Byrd “Los efectos eran no letales y reversibles. Podías incapacitar a una persona temporalmente… Habría sido como un arma para aturdir”.
Salidas casi todas de los experimentos de control mental como el mk-ultra (paralizado por orden judicial en 1977, pero funcionando en bajas frecuencias), este tipo de arma, que funciona modulando microondas en amplitud modulada a las cabezas de los soldados o el “blanco” en cuestión, puede desde dormir al “objetivo” hasta crearle miedo e inseguridad o un estado de nervios terrible.
Por otra parte, las microondas pueden utilizarse por principios de Inducción para “modular” voces a la cabeza de cualquier persona y crear una suerte de esquizofrenia electrónica, algo conocido como efecto “frey” en base a sus descubridores los Dres. Joshep sharp y Allen Frey, que descubrieron la posibilidad de enviar sonido audible a la corteza cerebral, con lo que se puede hacer que la “víctima” crea estar oyendo a dios dentro de su cabeza o hasta al mismísimo diablo.
 En 1994 se pudo conocer que parte del dinero dirigido a estas investigaciones de control mental “negras”, concretamente 50 millones de dolares, habían ido destinados a crear un “zapeador mental” que interrumpe la actividad de la sinapsis neuronales y crea atontamiento en los individuos como arma masiva de control mental, algo que el profesor de física de la universidad de Harvard Dr. Emery Horvath -relacionado con la investigación- calificó de “arma terrorífica”. Con lo que, con el programa de investigación de las armas no letales también sé están creando letales, sobre todo por parte de la agencia de proyectos de investigación para la defensa (DARPA) y es solo cuestión de “calibrar” las armas a un determinado nivel, algo a lo que se están apuntando los vendedores y fabricantes de armas que ya no ven rentables sus esfuerzos en crear armas destructivas y convencionales.

Actualmente, estas armas designadas en los más modernos catálogos como “Armas o equipos no letales destinados a controlar desbordes grupales, como manifestaciones populares, motines y que algunos llaman armas de efecto moral, ya que se trata de agentes químicos agresivos, que producen malestares, ahogos, lagrimeo intenso o nauseas, proyectiles no perforantes de polietileno o goma, agua y otros” pueden ser potencialmente mas peligrosas. Según reveló el The New York Times el Pentágono está ensayando un microondas capaz de irradiar una sofocante ola de 130 grados de temperatura con un alcance de 700 metros, con el fin de dispersar manifestaciones, actuando en las moléculas de agua de la piel y provocando la sensación de estar quemándose para que el manifestante huya del dolor, en otros casos armas similares están siendo creadas, con una distancia de mas de 590 metros de acción, por agencias de investigación contratadas por el ejercito como Raytheon AET, de Rancho Cucamonga, California; CPI, de Palo Alto, California; Veridian Engineering, con sede en San Antonio, Texas; y el Laboratorio de Investigaciones de la Fuerza Aérea, en la Base de la Fuerza Aérea Wright-Patterson, Ohio.
Como parte de las armas “no letales”, y en la parte de radiofrecuencias, existen armas como las EMP (Impulsos electromagnéticos) que se basan en la posibilidad de que, por un efecto físico conocido tras las pruebas nucleares realizadas en los años 60, pueden destruir semiconductores como transistores o hasta baterías de alimentación, con lo que las cabezas de los misiles usadas también en 1991 contra Irak y según comunicó la defensa estadounidense en 1992, se estaban utilizando para “neutralizar” las posibilidades de uso de ordenadores y otros dispositivos eléctricos en el lugar donde cayese la bomba. Actualmente este tipo de armas pueden ser unipersonales y servir desde para paralizar la actividad electrónica de un edificio entero hasta para paralizar el suministro de luz a una ciudad entera con un avión en altas capas de la atmósfera emitiendo una señal EMP.  
Por otro lado, las bombas EMP, como publicaba el Sunday Telegraph en 1992 en base a informaciones del gobierno británico, son susceptibles de alterar el funcionamiento del cerebro humano, pudiendo crear daños irreparables y hasta electrocución. Una suerte de “rayo de la muerte” -según describen algunos informes americanos- ideado ya en 1940 por los japoneses pero a muy alto nivel. En 1989 la CNN describía en un programa que el ejercito estadounidense tenía un plan de contingencia para usar armas electromagnéticas contra terroristas, y que las armas microondas habían sido usadas regularmente contra grupos palestinos, algo parecido a los fusiles electromagnéticos que pueden crear ataques epilépticos en sus afectados.

No hay comentarios: