Es significativo, -yo diría que muy significativo-, mirar el minuto 1:20. Se ilustra perfectamente la empatía que tienen con los migrantes. Migrantes sí... pero siempre que estén separados y no nos toquen las manos o partes de nuestro cuerpo. ¡Es tan soez!
Otro de los suculentos momentos que nos regala Sánchez, -a parte de su intrusismo en la Moncloa, la tesis copiada, la repetición de "Yo Presidente", y otras varias-; ha concluido por entero en el besamanos de los Reyes. Se hace patente que viajar se le da de maravilla pero lo que es de protocolos sabe más bien poco.
Es de vergüenza ajena que el primero que entra a saludar a Felipe VI, como Capitán General de todos los Ejércitos, el 12-O, le tengan que llamar la atención por quedarse junto a los Reyes, en el besamanos.
¡Es tan patético!
¿El tío iconoclasta no ha presenciado nunca un desfile del 12 de octubre? ¿Ni ha visto que junto a los reyes no hay nadie que quede enganchado porque se ven obligados el resto a tenderles la mano y no toca?
Yo sé que no hay Dios porque, si lo hubiera, estas cosas no pasaban.
La vergüenza que estamos pasando los españoles por culpa del deterioro político que tenemos..., no lo sabe nadie. Solo se salvan los ciegos y sordos.
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