nos suelten con carácter de Urgente la entrada de Rato en la cárcel por las tarjetas Black.
No, perdón, por las tarjetas Black no, que queda muy bonito; ha sido por robar con tarjeta en los bancos en los que han estado Rato y sus amigotes. De aquí que se desprenda que el método fuera con una tarjeta de color negro.
No, perdón, por las tarjetas Black no, que queda muy bonito; ha sido por robar con tarjeta en los bancos en los que han estado Rato y sus amigotes. De aquí que se desprenda que el método fuera con una tarjeta de color negro.
Yo tengo una tarjeta Black no voy a la cárcel por ello.
Sí, voy, por el uso indebido que han hecho con ellas o puedo hacer con ella.
Vergüenza de justicia que tenemos en España. Tan rápida para los ciudadanos y tan lenta para los chorizos ricos.
Ahora nos damos cuenta del por qué se nos trata de diferente forma judicial a unos llamados ciudadanos y tan distinto a los otros...: los millonarios. Porque hasta en los casos de corrupción de menores, pedofilias y demás casos de menores, están emparentados los unos y los otros.
Es la Ley que rige la Ley. La prostituida ley que marca tiempos. A mayor paso de años en el caso... más posibilidades tiene el reo de beneficios carcelarios o de que prescriba el motivo de la investigación. (Este viene muy a cuento en los casos de máster.) Mientras que el actor, como en el caso que nos ocupa, ha vivido opíparamente antes, durante y después...
¿Por qué llamamos Ley a lo que es venganza?
¿Por qué, aún, no se han juzgado culpables del Caso Bar España, o de las niñas de Alcácer?
¿Por qué las víctimas han sido olvidadas por la justicia, tanto física como psíquicamente?
¿Por qué se llama judicatura a ese grupo de grajos engalanados como tribunos?
¡Anda e iros a tomar por el culo, hijos de la gran puta!
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