Saltaron a los medios sociales la adrenalina cometida por los curas sobre sus alumnos, novicios, o cualquier chaval que se les ponía a tiro. En Italia se follaban a los pipiolos suizos de la guardia ídem.
El turno, por supuesto, le ha tocado a las monjas, que no eran de menos que los curatos. El lobby gay monjil.
En un convento de Valencia una monja de origen centroamericano, se estaba restregaba con una niña que les habían dejado abandonada en el convento. Llevaba cinco años tirándose a la joven hasta que, la madre superiora, la cogió con las manos en la masa y destapó el caso llamando a La Fiscalía de Menores.
La Fiscalía interrogó a la monja y a la menor, que tenía en ese momento 13 años, y entre todos decidieron no denunciar los hechos y mandar a la monja, calienta bragas, a su país.
Lo curioso es que en Irlanda fue "el no va menos" en cuanto a abusos, muertes de bebés y de mujeres. En una fosa común encontraron 800 cuerpos todos revueltos. Una de aquellas niñas ha escrito un libro explicando el horror que vivieron en aquellos orfanatos.
En Argentina otra monja, esta de origen japonés, se dedicaba a elegir niños autistas más vulnerables y sumisos, para entregarles a los curas para que abusaran de ellos. En el 2016 arrestaron a la monja y a varios curas pedófilos.
En España, el caso de los niños robados por las monjas y demás implicados: médicos, entre otros; se encuentran, todavía, en fase de encontrar a los padres biológicos.
Es tal el cúmulo de disparates realizados por la curia, en conjunto, que no sé como la gente no derrumba los edificios, como intentan hacer con Franco. Si la curia son un atajo de luciferinos, ladrones, chantajistas y gente mal vivir...: ¿cómo no se les defenestra como lo que son?
¡Bastante buena es la gente que ha padecido los rigores por los actos cometidos contra sus seres queridos! Luego dicen que no hay que tomarse la justicia por su mano, pero bien que se aprovechan los abusadores de ese proverbio.
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