¡Qué pena que se haya degenerado lo sustantivo del Nobel de la Paz. Últimamente se lo dan a cualquiera con la intención de joder al resto del mundo. Se lo han venido dando a los presidente de gobierno norteamericano por aquello de la supremacía bélica y porque ellos se lo guisan y ellos se comen. Si pensamos que todo lo que acontece en el mundo es cosa de esa gentuza que nos gobierna, como vamos a pensar que hayan ideado, una, para el común de los mortales. ¡Imposible! Eso sería como ir en contra de sus sangres azules. Y por tanto se relamen con preguntar a quién le van a dar el Oscar, sabiendo de antemano quién será el actor mejor preparado. Han elegido entre Puigdemont, Trump y Kim Jong-un. Me complace que hayan elegido al mejor actor español, del momento, de la escena política, para darle el Oscar. Su mejor película: "La Gran Huida", en versión original.
Me voy a decantar por Trump como mejor candidato a recibir el galardón al mejor chalado millonario, con riesgo del fisco. A quien debe una gran cantidad de pasta gansa por defraudarla como ha hecho el ministro español Pedro Duque. De astronauta a defraudador: todo un carrerón.
Pues bien,
si Trump pertenece o proviene de familia de los merovingios, por tanto de los templarios, le pertenece por herencia el Nobel de la Paz. Por lo dicho: ello se lo implantaron y por lo mismo, se lo conceden. Tan sencillo como eso. No le veo a Puigdemont ni a Kim con la medallita... Y de estos dos elegiría a Puigdemont por motivos, también, de sangre. La grey venimos observando que los dirigentes políticos (sobre todo Junqueras) pertenece a ese (-iba a decir objeto de deseo-) colectivo de extranjeros venidos de Orión: altos, rubios, ojos azules, esbeltos..., clavaditos a Junqueras y Torra... Y que luchan contra los venidos de Raticulín…
Fuerzas oscuras salidos de la Guerra de las Galaxias.
Fuerzas oscuras salidos de la Guerra de las Galaxias.
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