Una de las cuestiones principales de la Iglesia vaticana es que Dios ha sido y será de izquierdas. Por ese motivo los primeros en besar el sello pontificio, de Francisco fueron:
--Iglesias que quedó santificado. Y retornó a España convertido en santo varón, y diciendo del Papa que era lo mejor que había conocido nunca. Dijo de Francisco más lindezas, que los beatificados dijeron de Dios. Algo insólito, y de posesión.
Posteriormente se personó Yoli Díaz que le llevó unos chorizos, un jamón y unos vinitos manchegos, para abrir boca mientras oficia la misa... a tomar posterior a la Sagrada Hostia, para que no se le quedara pegada al paladar y tuviera que toser. O, para colmo, vomitar...
¿Qué es lo que tendrían que hablar, con Francisco, en los primeros meses de entrar en el gobierno?
Pues algo tan importante como lo tuvo Benedicto antes de dejar el papado: la cantidad de curas, obispos, cardenales y demás bendecidos católicos, que pueblan el Vaticano, implicados en actos <<impropios o contrarios>> a la fe católica. Porque, hasta los jóvenes de la guardia romana, estaban implicados en fiestas gays, y en orgías rojas.
Era el momento ideal para que los zurdos sacaran una ley que pusiera a los pedófilos, gays y demás patulea putiferina... en la calle lo antes posible.
¿Qué pensamos que idearon desde las altas esferas políticas de España, y por tanto, de la cabeza visible de Sánchez?: La ley del <<solo sí es sí>>.
De este modo se beneficiarán montones de religiosos abusadores de niños y niñas, sin olvidarnos que, también, entre las monjas, está el demonio por medio.
Por tanto,
es normal que Sánchez dijera que esta ley sería copiada en toda Europa y, sin duda, en todo el mundo.
Porque, ¿es buena? No. Pero sí beneficiosa para los implicados católicos en misas negras, pedofilia y demás LGTBI+; y, también, en asesinatos, que no han podido ser investigados por ser, el Vaticano, lo que es...
Por lo tanto, considero, que los que han salido bastante airosos han sido los pedófilos, gays y sinvergüenzas, que ocupan La Gran Ramera.
Porque, señores,
¿por qué no se habla de esto en ninguna parte?
¿Acaso no fueron denunciados, a la ONU, 2400 pedófilos, gays y demás patulea religiosa, que sepamos?
¿Por qué dejó la silla de Pedro Benedicto XVI?
¿Por qué se encontraron en fosa común, en Irlanda, 800 esqueletos de niños, en convento de Bon?
No me extraña que, la Iglesia, necesite un poco de ayuda para salir airosa de tantos y estremecedores actos que ha cometido en todo el mundo. Y, todos, dirigidos al maligno. Y no me vale, digan, que los asesinos, también, son humanos. He ahí la cuestión.
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