martes, 3 de enero de 2023

buena tomadura de pelo

 ahora resulta que nos bajan el precio de lagunos alimentos de primera necesidad, como por ejemplo, el pan. Da igual los alimentos en los que pongamos la mirada, porque nos han estado subiendo tanto, todos ellos, que están bajando por, unos pocos céntimos, lo que han estado subiendo por euros. Si yo compraba el pan por 0,45 céntimos la barra, la subieron a 0,50 y ahora la pago a 0,48, sigo pagando 3 céntimos más de subida. Total, que me están engañando con que nos rebajan ¿qué? Nada. Absolutamente nada. Las rebajas que se consiguen por medio de grandes subidas, siempre quedarán niveladas al alza. No igualadas al precio de origen. Y, ¿por qué tienen que subir los precios a los comestibles, si son los ganaderos, los pescadores, los agricultores, quienes se quejan de las subidas y no les llega nada?
¿Es posible que entre el distribuidor y las grandes superficies sean los que están ahogando a los nombrados titulares y a los consumidores, a partes iguales?
En Mercadona, hace unos días, fui a comprar bicarbonato sódico y de estar a menos de un euro, lo subieron a 1,35. Precio que estaba en la estantería bajo el kilo de bicarbonato. Fue llegar a caja y cobrarme 1,50... diferencia de 15 céntimos entre la balda y la caja. ¿Por qué? Y ¿por qué no pusieron la diferencia al contrario: de 1,50 a 1,35 en caja? No. Porque es más fácil engañar al comprador en la lista de varias cosas a la vez; que si lo pagas por unidad. Yo me dí cuenta cuando salí a la calle y revisé la cuenta de compra. Si no lo hubiera repasado me habrían cobrado, encima de lo caro que está, 15 céntimos más. ¿Por qué? ¿Tiene problemas de dinero el dueño de Mercadona? ¿Es necesario que le echemos una manita para que no baje de su estatus social?
Ya está bien de robar impunemente a la gente. Ya está bien de tanta sinvergüencería. Y, hasta llegué a pensar que, eran los trabajadores los que subían los productos para sacarse un sobresueldo. Lo mismo que el camarero que chanchulea con el tique en caja. Si la caja está abierta no hace más que cobrar y dar las vueltas... si las hubiera. La gente no queremos el tique; sino en contadas ocasiones. Ante la reclamación solo tiene que sacar el tique y al próximo. Esto era muy normal en algunos establecimientos de restauración en Madrid, años 70.
En fin
que debemos estarle muy agradecidos a Sánchez por dejarnos vivir y guardar la línea, por tener que dejar de comer. 
A este ritmo solo los sindicalistas serán capaces de sobrevivir a base de jamón y los puticlub.

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