No. Quien piense que sólo los occidentales tenemos <<ansias>> de pasárnoslo bien, estamos a kilómetros de distancia de la realidad. Cada vez hay más países que se suman a las macro fiestas con todas las luces habidas y por poner. En este caso estamos hablando de Taiwán. Una noche loca en la que han sido necesarios cerca de 600 drones Emo, de última generación, para dar formar a ese raro ovni, e, iluminar, la zona del evento. Ya nada nos puede parecer raro, por los cielos del planeta. Ya nadie puede evitar <<visiones>>, sin tener necesidad de ser vidente.
Bien.
Con toda esta tecnología nos vienen a meter miedo en el cuerpo diciéndonos que, mediante los drones, nos pueden robar información confidencial. A lo que habría de preguntarse ¿con qué métodos tecnológicos no lo están haciendo ya. Si, expresamente, todos los mangantes de la informática son abducidos por las empresas y los políticos, para enterarse de todo lo que existe o, tiende a ello, en todas facetas empresariales y políticas del macabro engendro político-empresarial-financiero.
Pero...
aún así, se están preparando para introducir chips personas bajo la piel, en los dobladillos de los pantalones y los calzoncillos. No descubramos el posicionado en el talón del zapato (modelo Superagente 86) porque también existe. Hasta el punto que si no descubres que lo llevas... puedes estar pitando por todos los detectores de todas las tiendas que visites.
No. Ya nada nos va a sorprender desde que los chinos se dedican a buscar nuevas formas de ganar dinero y de crear empresas, para ello.
En fin...
Ya nada será igual. Y no voy a poner la edad porque no merecería la pena volver a tiempos tan convulsivos.
Siempre tendremos guerras... pero nada que ver cuando nos veamos matarnos en directo en cualquier monitor o plasma colocado en todas las paredes de edificios y holografías. Veremos bajar a Dios en toda Grandeza y Majestad... para después volatilizarse para nuevas apariciones.
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