Pablo Álvarez y Sara García, reserva: dos españoles elegidos por la Agencia Espacial Europea (ESA), para la nueva Odisea del Espacio. Lo curioso es que sean, ambos, de León. Que no justifica su origen con la Agencia Espacial Catalana. Lugar en el que predominarían los elegidos teniendo en cuenta que, el astronauta mayor Junqueras y su subordinado Puigdemont, serían los ideales para ese primer viaje a cualquier parte que sea... lejos, muy lejos.
Me llama poderosamente la atención que divulguen la problemática que tenemos cincuenta y tantos años después de la llegada de la nave americana a la Luna. Aquella que, por los años 69, fueron capaces televisar, comunicarse con las familias de los implicados, aterrizar, y volver a casa sin ningún inconveniente técnico. ¿Y ahora no podemos llegar tan fácil, sin padecer problemas técnicos?
Alguien nos estuvo mintiendo, y nos está mintiendo ahora.
Es imposible que con más medios técnicos y humanos, carezcamos de lo que nos sobró en el 69.
Con otro inconprensible fenómeno: ¿Cómo es posible que mandemos roberts a direrentes planetas (considerando a la Luna como tal), y las fotos tomadas sean de baja resolución fotográfica. Es decir, un teléfono móvil tiene más resolución que las enviadas en los roberts. O ¿también nos están engañando?
Joder. ¿Es que no queda nadie con capacidad de decir una verdad, aunque sea una sola vez? Casi me estoy acostumbrando a que me mienta todo el mundo.
Aquí tenemos un posible asentamiento de terrícolas. Por tanto, Marte, es el objetivo para nuestros jóvenes astronautas. Espero poder reencarnarme para poderlo ver.
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