viernes, 25 de noviembre de 2022

el cyberhumano y el cyberespacio

 Foto: Implante de un órgano cibernético diseñado por Fénix Binario en el cíborg Joe Dekni. (Cedida por Carlos Pareja) 
era normal que llegara a ser los nuevos métodos tecnológicos capaces de controlar la voluntad de los humanos a corto y largo plazo. En vez de potenciar las cualidades psíquicas y energéticas de las que disponemos como seres biológicos... nos vienen con que las tecnológicas son mejores. ¿En qué? He visto un perro robotizado andando a cuatro patas pero no deja de ser un artilugio dotado de una pequeña pila que le hace andar. ¿Qué tiene de animal ese engendro con figura de cánido? Nada. Los implantes cybernéticos son una realidad. El objetivo: es mejorar el cuerpo humano a través de la tecnología implantada. El transhumanismo.
El ser humano debe vivirse como un ente capaz de desarrollar sus cinco sentidos: tacto, olfato, gusto, sonido, vista, en las dos dimensions que le confieren la capacidad de individuo galáctico. Solo tenemos que prestar atención a los sentidos para, poco a poco, ir captando el poder natural que poseemos sin necesidad de ser trasplantados como cíber-organismo.
Basta de tanto experimento con los humanos y potenciemos el potencial que tenemos en nuestro interior sin recurrir, para ello, a estructuras mecánicas que nos modulen como robots.
Estaba pensando que toda esta tecnología viene configurada con la visión remota de posibles objetos volantes y sus sistemas de comunicación mentales. Una constante entre aquellos que tuvieron un encuentro en la tercera fase, y que pudieron comunicars sin necesidad de hablar. Esta dinámica ha conseguido que los emporios capitalistas se vayan internando, cada vez más, en la cuestión de la comunicación sin aparato externo: Walkis, teléfonos inalámbricos, o cualquier otro aparato manejable. Trasvase de ondas de cerebro a cerebro por el consiguente receptor incorporado. Están incorporando el sistema inalámbrico externo, por un receptor-transmisor interno. También podrían haber recurrido a la Dama de Elche para tomar el ejemplo de su transmisor-receptor sujeto a la cabeza. De quita y pon.
No. Es necesaria la modificación, para concebir el cyberespacio. 
En ello están. Y
lo mejor es modificar al ser humano en máquinas con interruptor de encendido y apagado. De este modo se quitan a los posibles huelguistas, a los posibles demandadores de un bien común al que no están dispuestos a contentar. Si ya de por sí nos están mentalizando a que somos muchos y que debemos desaparecer la mitad... ya podemos pensar el futuro de nos aguarda. Un futuro como el de los chinos en China. Un comunismo de miseria y traición.

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