Según el amigo íntimo de Sánchez, el siniestro Soros, el mismo que se apareció <<cual ángel exterminador>> de españoles, en Moncloa, con las órdenes pertinentes de actuación durante la legislatura socialcomunista, de ese grupo infecto que arruina el mundo como es el Club Bilderberg... ahora... sin cortapisas, ha comentado Soros que el coronavirus ha servido de instrumento de <<"control">> de los ciudadanos del mundo. Otra táctica... otro método de tortura que introducir: cada vez que quieran dejar las calles -de los cinco continentes- sin vida callejera.
Un experimento que les ha salido muy bien, aunque tengan otras tácticas de sometimiento que añadir.
Los campos de exterminio nazi sirvieron para ejercitar todas estas operaciones de "tortura", en conciencia, como si el mundo fuera un campo de concentración preparado a padecer las ideas que, sobre sus habitantes, quieran practicar.
¿Qué conseguimos los españoles con que el Supremo diera la razón a Vox de que Sánchez había confiscado a los ciudadanos, incumpliendo la ley de libertad de mobilidad y tránsito?
Realmente no ha servido para nada. El díscolo sigue siendo presidente y haciendo de su capa un sayo. Y los españoles pasivos ante tanta indecencia que vierten sobre nosotros. Potros de tortura que nos imposibilitan nuestra voluntad de ser y hacer. Mientra [Ellos] no tienen ningún problema en salir, entrar, y pasarse la Ley por el forro de los cojones. Toda una oda a la Agenda 2030.
Bueno, pues, que sepamos que parte de aquellos que fueron los culpables de que la población mundial se haya vacunado y sido encerrado en los pisos, en sus casas...: fue una prueba de control y ninguneo al ciudadano. No neguemos la posibilidad futurible de padecer nuevas tácticas de tortura ciudadana. Están en ello.
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