sábado, 25 de mayo de 2019

Con la Fiscalía de Delitos de Odio

estoy de acuerdo. Con esos fiscales que han transcendido la energía del odio...; del mal..., hacia una espiritualidad rayando la perfección divina. Y estoy con la Fiscalía de Delitos de Odio, porque de esta manera se pueden detener a todos los separatistas catalanes y a los etarras. Esos etarras que han matado por odio, por mafiosos, por pertenencia al brazo armado de la Iglesia vaticana. Estoy de acuerdo con la Fiscalía porque nos deshacemos de un plumazo de toda esa gentuza que odian porque son gentuza...: y eso lo saben bien los componentes de la Fiscalía de Delitos de Odio. Y lo saben bien porque tienen el poder de San Miguel de pesar los corazones. O, disponen de la balanza y la pluma en presencia de Osiris y Maat. Y no me extrañaría que dispusieran de esas exequias del pasado, del presente y del futuro; porque la humanidad siempre estará sopesando entre el corazón y la bilis. ¡Ah, que nivel estamos adquiriendo en la Tierra! Nos van a odiar todas aquellas culturas que haya a un tiro de piedra de nuestro planeta. Por lo que la Fiscalía del Delito de Odio va a estar muy espabilada para poder pesar y pesar tantos corazones para poderles juzgar. ¡Oh, que maravilla de las maravillas están creando las universidades de España. Menos, claro, la Universidad de Juan Carlos I, que de tanto amor regala los doctorados y los máster! -En esta Universidad el amor está sobrepasado-. Pero hasta los ángeles tienen caídas y si no que se lo pregunten a Lucifer. Ese ángel caído que fue creado en exclusiva para que Dios pudiera dirigir su energía negativa hacia alguien en particular y no jodiera al mundo en general. ¡Qué bien montado está todo entre Dios y la Fiscalía de Delitos de Odio: ambos haciendo el trabajo unificado de purificación y revelación de datos de personas con odio! Pero a esto no se le puede llamar escrache, ¡eh! Los asuntos de las almas se queda registrado en el mismo libro de cuentas de los Pujol, de Mas, de Puigdemont, de Torra y del memo -con cariño- de Sánchez. Estoy seguro que las almas registradas en ese libro estarán de superávit, como el Ayuntamiento de Carmena y Ada Colau. ¡Qué maravilloso es ver cómo cambia la humanidad por el simple acto de crear la Fiscalía de Delitos de Odio! Y no pensemos que la gente cambia por miedo a caer en las garras de la Inquisición o de Caronte...; sino porque nos hemos dado cuenta que era necesario tener una oficina que nos puede echar el guante por no amar a otras personas...: aunque sean yihadistas o hijos de puta. (Recordad que hijos de puta madre es muy común en Andalucía y no se puede tomar como una ofensa a nadie, ¡eh!, no jodamos contra el que escribe.)
Dado pues, que tenemos superávit en los ayuntamientos de media España... propongo una partida presupuestaria para la Fiscalía de Delitos de Odio de... unos... mil millones de euros para que empiecen a limpiar los corazones de odio y los reemplacen por amor. De momento puede parecer caro, pero... con el tiempo... cuando hayan conseguido un amor universal las bendiciones serán enormes. Francisco, el Papa, estará encantado con tanta oveja descarriada retornada al redil.

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